jueves (Thursday)

Experimentar, disfrutar
y expresar a Cristo (2) – Semana 8

La manera de recibir, experimentar
y disfrutar al Cristo todo-inclusivo
como Espíritu vivificante y todo-inclusivo:
la totalidad de la bendición que todo lo abarca,
bendición del evangelio completo de Dios

Versículos relacionados
Gálatas 3:2
2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?

Romanos 10:17
17 Así que la fe proviene del oír, y el oír, por medio de la palabra de Cristo.

Gálatas 3:27
27 porque todos los que habéis sido bautizados *en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

Gálatas 4:6, 29
6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
29 Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.

Hebreos 12:2
2 puestos los ojos en Jesús, el Autor y Perfeccionador de nuestra fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Romanos 3:22
22 la justicia de Dios por medio de la fe de Jesucristo, para todos los que creen. Porque no hay distinción,

2 Corintios 4:13
13 Y teniendo el mismo espíritu de fe conforme a lo que está escrito: “Creí, por lo cual hablé”, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,

Lectura relacionada
Día tras día vemos más del Señor Jesús. [Primero,] Dios, por Su parte, está revelando; [segundo,] nosotros, por nuestro lado, estamos recibiendo. Al recibir, recibimos a Cristo como Espíritu por el oír con fe (Gá. 3:2). El Espíritu que recibimos es el Espíritu vivificante, compuesto, siete veces intensificado que mora en nosotros. Necesitamos recibir a Cristo como tal Espíritu.

En Gálatas 3:2 la palabra fe significa creencia, y se refiere a lo que creemos. Hemos recibido a Cristo por oír las cosas de la fe. La fe cristiana es Cristo mismo en Su persona y Su obra redentora. La persona de Cristo y la obra de Cristo constituyen nuestra fe. (La línea central de la revelación divina, 2a ed., págs. 152-153)

Cuando predicamos el evangelio, predicamos lo que creemos, es decir, la persona de Cristo y la obra redentora de Cristo … Al oír hablar de la persona y obra de Cristo, algo surge dentro de [los oyentes,] esto es, la capacidad de creer. Al oír, creemos. Romanos 10 dice que la fe proviene del oír, el oír proviene de la predicación (vs. 14, 17) y la predicación proviene de los que son enviados (v. 15). Recientemente, recibí una carta de un querido hermano que acababa de regresar de un viaje a Europa oriental en el que visitó Checoslovaquia, Polonia y Hungría. La impresión que recibí de este informe es que existe la necesidad de predicar lo que creemos. Estos países necesitan que nuestros jóvenes vayan allí para enseñarle a la gente lo que creemos, nuestra fe … Pero ¿dónde están aquellos que irán? El Señor le dijo a Isaías: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá por Nosotros?” (Is. 6:8). ¿Podría usted contestar: “Señor, estoy aquí. Yo iré”? Usted no necesita preocuparse por su sustento. Jesús lo alimentará … Si van allí y cuidan solamente de diez personas, creo que en medio año traerían a todas estas diez personas al Señor y a la verdad.

La tercera manera presentada en el libro de Gálatas para recibir, experimentar y disfrutar al Cristo todo-inclusivo como Espíritu vivificante y todo-inclusivo consiste en nacer según el Espíritu y recibir el Espíritu del Hijo de Dios en nuestros corazones (4:29b, 6) … Este nacimiento ciertamente se refiere a nuestra regeneración. Nuestra regeneración fue según el Espíritu; es decir, se efectuó según el Espíritu que está en nosotros.

[Cuarto,] recibimos, experimentamos y disfrutamos al Cristo todo-inclusivo como Espíritu todo-inclusivo también al ser revestidos de Cristo mediante el bautismo que nos pone en Cristo (3:27). Ser revestidos de Cristo es estar vestidos con Cristo. En otro tiempo estábamos desnudos, sin nada que nos cubriera. Estar desnudos es una vergüenza. Sin embargo, en el momento en que creímos y fuimos bautizados, algo fue puesto sobre nosotros para vestirnos. Fuimos revestidos de Cristo mediante el bautismo. Mateo 28:19 dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Bautizamos a las personas no sólo en agua, sino también en el Dios Triuno. Al hacerlo, los revestimos de Cristo; los vestimos con Cristo mediante el bautismo.

El bautismo nos pone en Cristo. Cuando salimos a predicar el evangelio, necesitamos estar totalmente conscientes de que cuando bautizamos a las personas, no sólo las estamos poniendo en agua, sino también en el Dios Triuno procesado y consumado. Deberíamos decirles: “A partir de hoy, ya no está desnudo; está vestido y cubierto con el Dios Triuno procesado y consumado”. Ésta es la manera de recibir, experimentar y disfrutar al Cristo todo-inclusivo como Espíritu vivificante y todo-inclusivo, quien es la totalidad de la bendición que todo lo abarca, bendición del evangelio completo de Dios. (La línea central de la revelación divina, 2.a ed., págs. 153-156)

Lectura adicional: Estudio-vida de Gálatas, mensaje 4

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