EXPERIMENTAR, DISFRUTAR
Y EXPRESAR A CRISTO (3) – Semana 3
Disfrutar al Cristo todo-inclusivo
como Aquel que es la buena tierra:
nuestra porción asignada
Versículos relacionados
Colosenses 2:6-7, 9-10
6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Cristo, a Jesús el Señor, andad en Él;
7 arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
9 Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
10 y vosotros estáis llenos en Él, que es la Cabeza de todo principado y autoridad.
Isaías 37:31
31 Y el remanente de los que hayan escapado de la casa de Judá volverá a echar raíces abajo y dará fruto arriba.
Colosenses 2:19
19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el Cuerpo, recibiendo el rico suministro y siendo entrelazado por medio de las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.
Efesios 3:8, 19
8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo como evangelio,
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
1 Corintios 3:6, 9
6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Lectura relacionada
Esta sección de Colosenses que incluye 2:8-15 … contiene varios asuntos importantes. Muchos … están relacionados a Cristo como la buena tierra, como suelo rico en el cual hemos sido arraigados. La palabra arraigados, mencionada en el versículo 7, implica la existencia de un suelo … Puesto que hemos sido arraigados en este suelo, crecemos con los elementos que absorbemos de él. Ya sabemos que este suelo, este Cristo, está en nuestro espíritu. Ahora, debemos avanzar para ver, en los versículos del 8 al 15, una descripción del suelo en el cual hemos sido arraigados. Estos versículos presentan una descripción y una definición completa de él. (Estudio-vida de Colosenses, págs. 483-484)
El primer aspecto de este suelo tan especial lo hallamos en Colosenses 2:9, que dice: “En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”. Hemos sido arraigados en Aquel en quien habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. No deberíamos permitir que nadie nos separe de este suelo. Esto sería semejante a ser desarraigados de él … Los creyentes habían sido arraigados en Cristo, en la buena tierra, en Aquel en quien habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Debemos permanecer arraigados en este suelo, y no permitir que nadie nos separe de él.
[En el versículo 10] vemos más en cuanto a la sustancia de Cristo como suelo. Un aspecto del suelo es el de la plenitud de la Deidad; otro aspecto es que Cristo es la Cabeza de todo principado y autoridad. En Cristo, la buena tierra, encontramos varios elementos diferentes. El primero de ellos es toda la plenitud de la Deidad, y el segundo es la Cabeza de todo principado y autoridad.
Cuando estamos arraigados en Cristo, el suelo, lo primero que sucede es que estamos llenos en Él (v. 10) … La palabra griega [traducida estamos llenos] implica compleción, perfección, satisfacción y logro total. En Cristo, el suelo, somos llenos, completados, perfeccionados, satisfechos y plenamente abastecidos … La plenitud de la Deidad es el primer elemento de este suelo. A medida que absorbemos los ricos nutrientes de la tierra, disfrutamos de esta plenitud. Entonces, esta plenitud nos llena, nos completa, nos perfecciona, nos satisface, realiza todo por nosotros y abastece plenamente cada una de nuestras necesidades.
Esta plenitud es inagotable … Dios nos plantó en una tierra muy rica. El primer aspecto de esta tierra es la plenitud de la Deidad, que es la expresión de Dios en la vieja creación y en la nueva creación … Después que somos plantados en este suelo tan rico, absorbemos el nutrimento del suelo. El primer elemento de las riquezas del suelo es la plenitud. En esta plenitud estamos llenos. Por lo tanto, no nos falta nada.
Pablo quería que los creyentes colosenses entendieran que, puesto que estaban llenos en Cristo, no necesitaban adorar a los ángeles. Cristo es la Cabeza de todo principado y autoridad, y los ángeles sólo son un ítem en la creación de Dios. En la plenitud estamos llenos, completos y perfectos. Todo lo que necesitamos ya ha sido completado, y somos abastecidos y satisfechos. Oh, esta plenitud es todo-inclusiva; pues incluye la justicia, la justificación, la santidad, la santificación y todo lo que necesitamos. En esta plenitud hemos sido plantados, y simplemente deberíamos absorber el alimento que ella nos provee. Al hacerlo, descubrimos que no nos falta nada. Las experiencias de la crucifixión y la resurrección se encuentran en la plenitud. ¡Alabado sea el Señor porque podemos disfrutar la plenitud universal, eterna, extensa y todo-inclusiva! Esta plenitud habita corporalmente en Cristo. Ya que Cristo es la buena tierra en la cual hemos sido arraigados, nosotros hemos sido arraigados en esta plenitud, y en ella, estamos llenos, completos y perfectos. No tenemos ninguna necesidad en absoluto. (Estudio-vida de Colosenses, págs. 484-487)
Lectura adicional: Estudio-vida de Colosenses, mensajes 44, 46, 51