La preparación de la novia – Semana 5
La justicia de la novia
Versículos relacionados
Apocalipsis 19:7-8
7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y Su esposa se ha preparado.
8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
Hechos 13:39
39 y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en Él es justificado todo aquel que cree.
Gálatas 3:24, 27
24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
27 porque todos los que habéis sido bautizados *en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Romanos 4:25
25 el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.
Romanos 5:1, 9, 16, 18
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
9 Pues mucho más, estando ya justificados en Su sangre, por medio de Él seremos salvos de la ira.
16 Y el don gratuito no es como lo sucedido mediante uno solo que pecó; porque el juicio vino a causa de un solo delito para condenación, pero el don de gracia vino a causa de muchos delitos para justificación.
18 Así que, tal como por un solo delito resultó la condenación para todos los hombres, así también por un solo acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres.
Lectura relacionada
La novia mencionada en Apocalipsis 19:7-8 alude a la humanidad tripartita redimida y transformada. Esta novia se vestirá de lino blanco, el cual es las acciones justas de los santos. Debemos adornarnos de justicia si deseamos formar parte de esta novia, la cual está adornada de justicia brillante, resplandeciente y limpia. Día tras día debemos preparar el vestido de lino brillante para vestirnos con él. Esto se refiere a nuestra justicia diaria. ¿Cómo podemos producir este vestido de justicia? Lo producimos al andar a diario conforme al Espíritu de vida y al llevar una vida que es la vida del Espíritu. Si preparamos nuestro traje de boda día tras día, mes tras mes y año tras año, al llevar esta vida en el Espíritu, no seremos hallados desnudos cuando el Señor regrese. Al contrario, a Su regreso, llevaremos un traje de boda brillante y limpio. (Estudio-vida de 2 Corintios, pág. 264)
Hay dos aspectos en cuanto a que Cristo sea la justicia procedente de Dios para los creyentes. El primer aspecto consiste en que Cristo es la justicia de los creyentes a fin de que sean justificados delante de Dios objetivamente al momento de arrepentirse para con Dios y creer en Cristo … Cristo es la belleza que Dios nos dio para que nos vistamos de Él como nuestra vestimenta, nuestro vestido glorioso.
El segundo aspecto consiste en que Cristo es la justicia que los creyentes expresan en su vivir como manifestación de Dios, quien es la justicia dada en Cristo a los creyentes a fin de que sean justificados por Dios subjetivamente … Cuando Cristo nos fue dado para que nos vistiéramos de Él, Cristo entró en nosotros para ser nuestra vida y suministro de vida a fin de expresarse en nuestro vivir. Esta expresión en nuestro vivir es la manifestación de Dios en Cristo. Esto es agradable a los ojos de Dios. Sin duda alguna, Dios nos justificaría subjetivamente, y no sólo objetivamente. Ahora podemos ver los dos aspectos: el externo y el interno. Nos vestimos de Cristo, y Cristo entra en nosotros para expresar a Dios en nuestro vivir. Esta expresión en nuestro vivir es la manifestación de Dios en Cristo. Esto es agradable a los ojos de Dios. Sin duda alguna, Dios nos justificaría subjetivamente, y no sólo objetivamente. Ahora podemos ver los dos aspectos: el externo y el interno. Nos vestimos de Cristo, y Cristo entra en nosotros para expresar a Dios en nuestro vivir y ser nuestra justicia subjetiva.
Estos dos aspectos son tipificados por el mejor vestido y el becerro gordo en Lucas 15:22-23. El mejor vestido tipifica a Cristo como justicia de Dios dado a los creyentes para cubrirlos externamente delante de Dios como su justicia objetiva. El becerro gordo tipifica a Cristo como justicia de Dios dado a los creyentes en calidad de suministro de vida para que en su vivir expresen a Dios en Cristo como su justicia subjetiva.
En Lucas 15, cuando el hijo pródigo regresó al padre, el padre les dijo a sus esclavos que sacaran el mejor vestido y vistieran a su hijo. Este vestido reemplazó los trapos (cfr. Is. 64:6) del pródigo que regresó … Por tanto, él llegó a ser un nuevo hombre, pero sólo externamente.
Aunque el vestido fue puesto sobre el hijo pródigo, éste todavía tenía hambre. Él podría haber dicho: “Padre, necesito comer algo. Antes estaba comiendo alimento de cerdos. Estoy muerto de hambre. Padre, no necesito este vestido; necesito algo de comer”. Pero el padre le habría dicho: “Hijo, si estás tan pobre, vestido de trapos, no puedo servirte nada. Primero tengo que embellecerte con la vestimenta. Entonces estarás a la par conmigo. Entonces podré servirte una comida agradable, el becerro gordo”.
El mejor vestido tipifica a Cristo como justicia dada a nosotros externamente. El becerro gordo tipifica al Cristo subjetivo que entra en nosotros para que lo disfrutemos, digiramos y asimilemos a fin de que llegue a ser nuestros tejidos, a fin de que llegue a ser nosotros mismos. Al comer el becerro gordo, el rostro del hijo pródigo sería transformado. Él regresó con un rostro pálido. Pero después de comer el becerro gordo, su rostro se volvió resplandeciente, brillante y lleno de color. Esto es Cristo, que Dios nos da como justicia en dos aspectos: la justicia externa que nos embellece, y la justicia interna que nos brinda el suministro a fin de que Él sea expresado en nuestro vivir para el deleite de Dios. (Estudio de cristalización de la Epístola a los Romanos, 2.a ed., págs. 64-65)
Lectura adicional: CWWN, t. 36, págs. 199-208