viernes (Friday)

LABORAR EN EL CRISTO TODO-INCLUSIVO
TIPIFICADO POR LA BUENA TIERRA
PARA LA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA
COMO CUERPO DE CRISTO,
PARA LA REALIDAD Y MANIFESTACIÓN DEL REINO
Y PARA QUE LA NOVIA SE PREPARE
CON MIRAS A LA VENIDA DEL SEÑOR-Semana 3 

Una tierra de trigo y cebada

Versículos relacionados
Hebreos 13:12-13
12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta. 
13 Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando Su vituperio

Hebreos 11:26
26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de Egipt; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

Romanos 15:3
3 porque ni aun Cristo se agradó a Sí mismo; antes bien, según está escrito: “Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre Mí”

2 Corintios 12:10
10 Por lo cual, por amor a Cristo me complazco en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.

Juan 6:9
9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pescaditos; mas ¿qué es esto para tantos? 

Juan 6:13
13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraro a los que habían comido.

Lectura relacionada
Alabado sea el Señor, después del trigo está la cebada. La tumba no fue el fin del Señor. Él fue resucitado … El trigo es el valle de muerte, pero la cebada es el monte de resurrección. Cuando usted experimenta a Cristo como trigo, esté seguro de que vendrá una experiencia de Cristo como cebada.

En realidad, para experimentar a Cristo como el grano de trigo, es decir, como el Jesús limitado, debemos aplicarlo como la cebada, como el Cristo resucitado. Es el Cristo resucitado que vive en nosotros. Este Cristo resucitado posee una vida que ha pasado por la encarnación, la crucifixión y la sepultura, pero ahora Él ha resucitado. En la carne Cristo siempre está limitado, pero en resurrección Cristo es ilimitado y está liberado. Este Cristo ilimitado que vive en nosotros es el que nos hace seguir al Jesús limitado. Hoy en día seguimos al Jesús limitado, pero lo hacemos en el poder del Cristo ilimitado. (El Cristo todo-inclusivo, pág. 54)

Quisiera preguntar, cuando está en su casa o en su trabajo, ¿se comporta como el Cristo resucitado o como el Jesús limitado? Si es un seguidor de Jesús, tiene que estar limitado. Cuando Jesús estuvo en la tierra, siempre estuvo limitado, limitado por Su carne, limitado por Su familia, limitado por Su madre en la carne e incluso por Sus hermanos en la carne. Siempre estuvo limitado. Estuvo limitado por el espacio y por el tiempo; fue limitado por todo. Si queremos llevar la vida de Jesús, también debemos estar limitados. Si seguimos Sus pasos, no nos sentiremos libres, no tendremos libertad. Qué bendición es que podamos estar limitados por causa de Jesús.

Pero ¿cuál es la energía que nos fortalece para estar limitados? La fuerza que nos capacita para estar limitados debe ser muy grande. Es fácil enojarse, pero la paciencia requiere fuerza. Es fácil enojarse, pero longanimidad exige la energía del cielo. El poder que nos capacita para estar limitados es el poder de Su resurrección. Para tener sólo un poquito de paciencia, necesito que me fortalezca el Cristo resucitado que vive en mí. Aplicar al Cristo resucitado como mi paciencia es experimentar a Cristo como cebada.

Quizás me diga: “Hermano, sé que tengo que estar limitado todo el tiempo. Debo estar limitado por mi esposa, por mis hijos, por mi jefe, por los hermanos y especialmente por cierto hermano. Estoy limitado por esto, y estoy limitado por aquello; todo el día estoy limitado. Y estoy seguro de que mañana y el día siguiente serán peores. ¿Cómo puedo enfrentarme a tal situación? Me doy cuenta de que el Cristo resucitado vive en mí, pero tengo muy poco de Él. Ni siquiera tengo cinco panes; sólo tengo uno”. Sí, puede ser que usted tenga un solo pan, pero recuerde que es un pan de cebada, es un pan del Cristo resucitado que nunca puede estar limitado. Parece que sólo tiene un poco, pero no importa, porque Él no tiene límite. Un poco es más que suficiente para enfrentar la situación. Usted dice que no puede encarar la situación. ¡Correcto! Es cierto que usted no puede. Pero hay Uno que sí puede: Aquel que es la cebada. En usted hay un pan de cebada; un poquito del Cristo resucitado está en usted, y eso es suficiente. El Cristo resucitado es ilimitado. Aplíquelo a la situación. Él nunca podrá ser agotado. Por el poder del Cristo resucitado, usted puede seguir los pasos del Jesús encarnado. Con la vida del Cristo resucitado, puede vivir la vida del Jesús limitado.

A veces un hermano dice: “Oh, siento la carga de dar un testimonio, pero ¡estoy muy débil!”. Parece que la necesidad es darles alimento a cinco mil personas, pero la provisión sólo es cinco panes de cebada. No obstante, hay que seguir adelante por fe. Aunque su porción parezca muy pequeña y la necesidad sea tan grande, usted debe comprender que lo que tiene es nada menos que el Cristo resucitado. Todo lo puede en Aquel que lo fortalece, porque Él ha resucitado y no conoce límite. Aplíquelo. (El Cristo todo-inclusivo, págs. 54-55)

Lectura adicional: El Cristo todo-inclusivo, cap. 6

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