martes (Tuesday)

Experimentar, disfrutar
y expresar a Cristo (2) – Semana 1

El linaje de David llegar a ser el Hijo de Dios

Versículos relacionados
Salmos 2:6-12 (7-8)
6 Pero Yo he establecido Mi Rey / sobre Sion, Mi monte santo.
7 Contaré el decreto de Jehová; / Él me dijo: Mi Hijo eres Tú; / Yo te he engendrado hoy.
8 Pídeme, / y te daré por herencia las naciones / y por posesión Tuya los confines de la tierra.
Tú los quebrantarás con vara de hierro; / los desmenuzarás como a vasija de alfarero.
10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; / recibid la amonestación, oh jueces de la tierra.
11 Servid a Jehová con temor, / y regocijaos con temblor.
12 Besad al Hijo, / no sea que se enoje y perezcáis en el camino; / porque Su ira puede encenderse de repente. / Bienaventurados todos los que se refugian en Él.

Hebreos 1:6
6 Y cuando trae de nuevo al Primogénito a la tierra habitada, dice: “Adórenle todos los ángeles de Dios”.

Lectura relacionada
Salmos 2:7-9 es la declaración hecha por Cristo. Estas palabras fueron citadas por el apóstol Pablo en Hechos 13:33, lo cual indica que Salmos 2:7 se refiere a la resurrección de Cristo. Después de haber sido muerto, crucificado (Dn. 9:26), Cristo, el Ungido de Dios, fue resucitado para ser engendrado en Su humanidad como Hijo primogénito de Dios (Ro. 1:3-4; 8:29; He. 1:5-6). Mediante esta misma resurrección todos Sus creyentes nacieron juntamente con Él para ser Sus muchos hermanos, los muchos hijos de Dios (Jn. 20:17; 1 P. 1:3; Ro. 8:29; He. 2:10). (Sal. 2:7, nota 1).

Si no fuese por Pablo, no creo que podríamos ver que el salmo 2 habla de la resurrección de Cristo. Pablo vio la resurrección del Señor en las palabras: “Mi Hijo eres Tú; Yo te he engendrado hoy”. Pablo aplicó la palabra hoy al día de la resurrección del Señor (cfr. Hch. 13:33). Esto significa que la resurrección de Cristo fue Su nacimiento como Hijo primogénito de Dios. Jesús, el Hijo del Hombre, nació como Hijo de Dios al ser levantado de los muertos. Así que el hecho de que Dios levantara a Jesús de entre los muertos equivalía a que Él fuera engendrado para ser Su Hijo primogénito. Debemos darnos cuenta de que la resurrección del Señor fue Su nacimiento. Esto es un asunto muy crucial. (Estudio-vida de Hechos, págs. 310-311)

Cristo, en Su encarnación, vino como linaje de David según la carne (Ro. 1:3). En la Biblia la palabra carne no tiene una connotación positiva. No obstante, el Evangelio de Juan declara que la Palabra se hizo carne (1:14). El evangelio de Dios trata sobre el Hijo de Dios quien se hizo carne, es decir, quien llegó a ser el linaje de un hombre según la carne. ¡En Romanos vemos que dicha carne fue designada Hijo de Dios!

Mediante esta designación, el Cristo que ya era el Hijo de Dios antes de Su encarnación llegó a ser el Hijo de Dios en una nueva manera. Antes de Su encarnación Él era el Hijo de Dios que sólo tenía divinidad; pero ahora, mediante Su resurrección Él ha sido designado el Hijo de Dios con divinidad y también en Su humanidad. Si Cristo nunca se hubiera vestido de la naturaleza humana, no habría sido necesario que fuera designado Hijo de Dios, porque en Su divinidad Él ya era el Hijo de Dios, incluso desde la eternidad.

Dios envió a Su Hijo en semejanza de carne de pecado [8:3]. Esto indica que Cristo no tenía la pecaminosidad de la carne, sino sólo la semejanza de carne de pecado. Con respecto a esto, Él era semejante a la serpiente de bronce que fue levantada sobre un asta en el desierto (Nm. 21:8-9). La serpiente de bronce tenía la forma de una serpiente, mas no la naturaleza venenosa de ella.

Debido a que Cristo, el Hijo de Dios, se había vestido de carne, era necesario que Su naturaleza humana fuese designada Hijo de Dios en poder por la resurrección. La muerte en Adán es terrible, pero la muerte de Cristo es maravillosa. Esto se debe a que Su muerte puso fin a todas las cosas negativas y abrió el camino a la resurrección. Por medio de la resurrección Cristo fue transfigurado y designado el Hijo de Dios.

Si Cristo ya era el Hijo de Dios, ¿por qué habría sido necesario que Él fuera engendrado como Hijo de Dios? Hechos 13:33, que cita Salmos 2:7, indica que Cristo fue engendrado como Hijo de Dios en el día de Su resurrección. Pero ¿no era ya el Hijo de Dios antes de ese día? Ciertamente lo era. No obstante, Él aún necesitaba ser engendrado por la resurrección, puesto que se había vestido de humanidad. En cuanto a Su divinidad, no era necesario que Él fuera engendrado, pero en cuanto a Su humanidad, sí lo era. En el día de Su resurrección, la carne de Cristo fue elevada y transfigurada en una sustancia gloriosa. En esto consiste ser engendrado en poder por la resurrección. Además, este engendramiento fue también Su designación. Así pues, Jesús, el hombre en la carne, fue engendrado y designado Hijo de Dios. (Estudio-vida de Romanos, págs. 590-591)

Lectura adicional: Estudio-vida de Romanos, mensajes 52—53

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