lunes (Monday)

La preparación de la novia – Semana 4

La hermosura de la novia

Versículos relacionados
Efesios 5:25-27
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por ella,
26 para santificarla, purificándola por el lavamiento del agua en la palabra,
27 a fin de presentársela a Sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin defecto.

1 Tesalonicenses 4:3
3 pues ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación, que os abstengáis de fornicación;

1 Tesalonicenses 5:23-24
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y vuestro espíritu y vuestra alma y vuestro cuerpo sean guardados perfectos e irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

1 Pedro 1:15-16
15 sino, así como el Santo, quien os llamó, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16 porque escrito está: “Sed santos, porque Yo soy santo”.

Efesios 1:4-5
4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él en amor,
5 predestinándonos para filiación por medio de Jesucristo para Sí mismo, según el beneplácito de Su voluntad

Lectura relacionada
Efesios 5:25-27 forma una sola oración larga. En estos versículos Pablo dice que los maridos deben amar a sus esposas así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a Sí mismo por ella. Cristo hizo esto para santificar a la iglesia, purificándola por el lavamiento del agua en la palabra, a fin de presentarse a Sí mismo, una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante. El propósito que tenía Cristo en cuanto a amar a la iglesia y entregarse a Sí mismo por ella, era santificarla por el lavamiento del agua en la palabra. Santificar es llevado a cabo al purificar, purificar es llevado a cabo al lavar, lavar es llevado a cabo por el agua, y el agua está en la palabra. (Estudio-vida de Efesios, pág. 460)

En el pasado, Cristo, el Redentor, se entregó a Sí mismo por la iglesia para redimirla e impartirle vida (Jn. 19:34). Hoy en día, Él, como Espíritu vivificante, santifica a la iglesia a través de la separación, la saturación, la transformación, el crecimiento y la edificación. En el futuro, Él, como el Novio, presentará a la iglesia a Sí mismo como Su complemento para Su satisfacción. Por lo tanto, Cristo ama la iglesia con miras a separarla y santificarla, y el propósito de esta separación y santificación de la iglesia es presentársela a Sí mismo. (Ef. 5:27, nota 1)

Del costado herido del Señor salió sangre y agua. La sangre tenía por finalidad la redención, y el agua tenía por finalidad la impartición de vida para que la iglesia llegara a existir. En Efesios 5:25 vemos que la iglesia llega a existir por medio de que Cristo la amara y se entregara a Sí mismo por ella.

Una vez que la iglesia llega a existir, la iglesia necesita ser santificada. El proceso de santificación incluye la saturación, la transformación, el crecimiento y la edificación … La iglesia necesita ser saturada de todo lo que Cristo es. La saturación va acompañada de la transformación, el crecimiento y la edificación. Mediante este proceso de santificación, el cual incluye los aspectos ya mencionados, la iglesia llega a ser completa y perfecta, llega a ser la realidad de lo que tipificaba Eva en Génesis 2.

Después de ser preparada para Adán al ser edificada de la costilla de éste, Eva fue presentada a Adán, la fuente de donde había salido. Asimismo, la iglesia será presentada a Cristo, quien es su fuente … Efesios 5:27 declara que Cristo se presentará a Sí mismo una iglesia gloriosa. Así que, Él será Aquel que la presentará y Aquel que la recibirá.

Si no hay separación, saturación, transformación, crecimiento y edificación, la iglesia no podrá ser perfeccionada ni crecerá a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Solamente por medio de un proceso todo-inclusivo de santificación, podrá la iglesia llegar a ser completa y alcanzar la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, lo cual hará posible que Cristo se presente a Sí mismo una iglesia perfecta.

En primer lugar, la iglesia llega a existir; en segundo lugar, es santificada, y de esa manera es perfeccionada y completada; y por último, la iglesia es presentada a Cristo como una iglesia gloriosa que no tiene mancha, ni arruga ni cosa semejante. Ella es presentada a Él santa y sin mancha. Actualmente estamos en la segunda etapa de la producción de la iglesia, la etapa de la santificación. Cuando esta etapa sea completada, seremos presentados a Cristo como una iglesia gloriosa.

[La transformación] viene por medio del nutrimento y el cuidado con ternura. Si asistimos fielmente a las reuniones para ser nutridos y cuidados con ternura, espontáneamente nos separaremos del mundo y seremos saturados con las riquezas de Cristo. Entonces experimentaremos crecimiento, transformación y edificación … Con el tiempo, la iglesia será completa, será perfecta y habrá crecido a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Entonces, el Señor Jesús vendrá y se presentará a Sí mismo esta novia ya preparada. (Estudio-vida de Efesios, págs. 461-463)

Lectura adicional: Estudio-vida de Efesios, mensaje 53

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