Experimentar, disfrutar
y expresar a Cristo (2) – Semana 4
Nuestro alimento espiritual, nuestra roca espiritual
y el contenido de la mesa del Senor
Versículos relacionados
1 Corintios 11:25
25 Asimismo tomó también la copa, después de que hubieron cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto establecido en Mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de Mí.
Mateo 26:27-28
27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
28 porque esto es Mi sangre del pacto, que por muchos es derramada para perdón de pecados.
Ezequiel 36:26-27
26 También os daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
27 Pondré dentro de vosotros Mi Espíritu y haré que andéis en Mis estatutos, y guardaréis Mis ordenanzas y las pondréis por obra.
Lucas 22:20
20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que por vosotros se derrama.
Hebreos 8:10-12
10 Por lo cual, éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré Mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a Mí por pueblo;
11 y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos.
12 Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados”.
Lectura relacionada
Esta copa es el nuevo pacto que abarca todas las ricas bendiciones del Nuevo Testamento, incluyendo a Dios mismo. El nuevo pacto, un pacto lleno de bendición, fue establecido por la sangre del Señor, la cual Él derramó en la cruz para efectuar nuestra redención.
Según Lucas 22:20, la copa es el nuevo pacto o el título de propiedad que fue promulgado por la sangre de Cristo y que testifica de la porción que recibimos de parte de Dios. La sangre de Cristo instituyó un nuevo pacto, un mejor pacto (He. 8:6-13), el cual llegó a ser el nuevo testamento después de Su resurrección (9:16-17). La sangre que Cristo derramó en la cruz ha llegado a ser un pacto, y este pacto ha llegado a ser una copa, una porción, la cual es Dios mismo como una bendición para nuestro disfrute. En este pacto Dios nos da perdón, vida, salvación y todas las bendiciones espirituales, celestiales y divinas. (La conclusión del Nuevo Testamento, pág. 3297)
[La sangre de Cristo] ha hecho muchas maravillas en beneficio nuestro … La sangre [preciosa] de Cristo nos ha redimido.
Después que el hombre cayó, el camino al árbol de la vida fue cerrado. Génesis 3:24 afirma que Dios “puso al oriente del huerto del Edén los querubines y una espada llameante que giraba en toda dirección para guardar el camino al árbol de la vida”. ¡Aleluya, la sangre de Cristo nos trae de regreso al árbol de la vida! Apocalipsis 22:14 dice: “Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. Esto se refiere al disfrute de Cristo en la eternidad. Pero podemos participar en este disfrute incluso hoy. Mediante la sangre de Cristo, podemos disfrutar el árbol de la vida, que es Dios mismo como vida para nosotros.
La sangre de Cristo lleva también a los creyentes a las aguas de vida. En Juan 7:37 el Señor Jesús dijo que todos aquellos que tienen sed pueden venir a Él y beber. Finalmente, de nuestro ser interior correrán ríos de agua viva … Día tras día, debido a Su sangre, podemos comer el árbol de la vida y beber el agua de vida. Según Apocalipsis 7:14, los que “han lavado sus vestiduras, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” serán guiados por el Cordero a “manantiales de aguas de vida” (v. 17). Esto indica que por la eternidad disfrutaremos el agua viva por medio de la sangre de Cristo.
Hebreos 10:19-20 dice: “Así que, hermanos, teniendo firme confianza para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, entrada que Él inauguró para nosotros como camino nuevo y vivo a través del velo, esto es, de Su carne” … La sangre de Jesús nos abre el camino para que entremos en el Lugar Santísimo. [Debido a esto,] … podemos disfrutar a Dios en el Lugar Santísimo y que Él se infunda en nosotros a diario.
La sangre del pacto no tiene por finalidad principal el perdón, sino que Dios sea nuestra porción. Dios ha dispuesto que lo disfrutemos y nos ha predestinado para esto. Este disfrute también nos ha sido dado como pacto. ¿Qué promulgó este pacto? Fue promulgado por la sangre de Jesucristo, la sangre que nos introduce en todas las bendiciones divinas. Según Mateo 26:28, el Señor Jesús tomó la copa y dijo: “Esto es Mi sangre del pacto, que por muchos es derramada para perdón de pecados”. Según Lucas 22:20, el Señor Jesús dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre”. En 1 Corintios 10:16 Pablo se refiere a la copa como la “copa de bendición”. Esta copa de bendición es el pacto promulgado por la sangre. La sangre del nuevo pacto es la sangre que promulgó el pacto de bendición. El pacto es la copa y también la bendición como nuestra porción. Esta porción es Dios mismo para nuestro disfrute. (Estudio-vida de Éxodo, págs. 907-908, 912)
Lectura adicional: La conclusión del Nuevo Testamento, mensaje 312