Experimentar, disfrutar
y expresar a Cristo (2) – Semana 2
Cristo como Emancipador
y como Aquel que nos hace
más que vencedores
Versículos relacionados
Romanos 8:35,37-39
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni potestades,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 5:5
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones mediante el Espíritu Santo que nos fue dado.
Jeremías 31:3
3 Desde lejos Jehová se me apareció, diciendo: / Con amor eterno ciertamente te he amado; / por eso, te he atraído con benevolencia amorosa.
Oseas 11:4
4 Con cuerdas de hombre los atraje, / con lazos de amor; / y fui para ellos como los / que alzan el yugo de sobre sus quijadas, / y con ternura Yo les daba de comer.
Salmos 23:5-6
5 Aderezas mesa delante de mí / en presencia de mis adversarios; / unges mi cabeza con aceite; / mi copa rebosa.
6 Ciertamente la bondad y la benevolencia amorosa me seguirán / todos los días de mi vida, / y moraré en la casa de Jehová / por la duración de mis días.
Lectura relacionada
En Romanos 8:37 Pablo dice que en todos los sufrimientos somos más que vencedores por medio de Cristo, quien nos amó. Debido al amor inmutable que Dios nos tiene y al hecho de que Cristo ha efectuado todo en nuestro favor, ni la tribulación ni la persecución pueden oprimirnos ni derrotarnos; más bien, en todas estas cosas somos más que vencedores y prevalecemos por medio de Aquel que nos amó. (La conclusión del Nuevo Testamento, pág. 3206)
El amor de Dios es la fuente de Su salvación eterna. Este amor está en Cristo y ha sido derramado en nuestros corazones mediante el Espíritu Santo (Ro. 5:5). Nada nos puede separar del amor de Dios. En la salvación de Dios, este amor por nosotros ha llegado a ser el amor de Cristo, el cual realiza por nosotros muchas cosas maravillosas por medio de la gracia de Cristo hasta que Dios realice en nosotros Su salvación completa. Estas cosas maravillosas incitan al enemigo de Dios a atacar con toda clase de sufrimientos y calamidades (8:35-36). No obstante, debido a que respondemos al amor de Dios en Cristo, estos ataques han llegado a ser un beneficio para nosotros (v. 28). Así que, somos más que vencedores en todas nuestras aflicciones y calamidades (v. 37).
Somos los amados por Dios y nada puede separarnos de Su amor. Una vez que Dios nos ama, Él nos ama para siempre con un amor eterno del cual nada puede separarnos. Por tanto, la salvación que Dios efectúa nos ha sido asegurada mediante Su amor. Esto significa que nuestra seguridad eterna es el amor de Dios. Podemos tener la seguridad de que nada nos separará del amor de Dios, pues este amor no procede de nosotros ni depende de nosotros, sino que procede de Dios y depende de Él. Este amor fue iniciado por Dios en la eternidad.
En Romanos 8:39 Pablo señala que el amor de Dios del cual nada puede separarnos es en Cristo Jesús Señor nuestro. Si el amor de Dios fuese manifestado aparte de Cristo, habría problemas, pues aparte de Cristo incluso un pecado como el de enojarnos nos separaría del amor de Dios. Sin embargo, el amor de Dios no es solamente el amor de Dios en sí mismo, sino el amor de Dios que es en Cristo Jesús. Debido a que el amor de Dios es en Cristo Jesús, podemos tener la certeza de que nada puede separarnos del mismo.
La salvación de Dios en Cristo nos ha salvado al grado de que, por un lado, somos aceptados por Dios y disfrutamos la fuente misma de tal salvación, la cual es el amor de Dios en Cristo, amor del cual no podemos ser separados por ninguna persona, asunto o cosa; y por otro, estamos en la vida de Dios siendo conformados por el Señor Espíritu a fin de alcanzar la máxima meta de esta salvación, esto es, entrar en la gloria divina incomparable y ser glorificados juntamente con Dios (vs. 18, 30).
Los primeros ocho capítulos de Romanos revelan que Cristo posee divinidad y deidad eterna, y que la persona divina de Cristo está en la Deidad. Estos capítulos también muestran que este Cristo que posee la Deidad fue hecho hombre como linaje de David, pasó por los procesos del vivir humano, la muerte y la resurrección, con lo cual efectuó la obra redentora de Dios y entró en la gloria de Dios, y que mediante estos procesos Él, a la postre, alcanzó Su consumación al llegar a ser el Espíritu de Cristo, quien es el Espíritu de Dios, el Espíritu de vida y la realidad, la esencia, de este Cristo maravilloso. Es como Espíritu de Cristo que Él puede entrar —y entra— en Sus creyentes a fin de ser la vida de ellos, su suministro de vida y su todo. En resumen, Cristo como Dios mismo se encarnó para ser un hombre, y Cristo, en Su humanidad en la carne, pasó por los procesos de la muerte y la resurrección a fin de llegar a ser el Espíritu vivificante para ser un solo espíritu con nosotros de modo que formemos parte de Su ser como los miembros de Su Cuerpo maravilloso. (La conclusión del Nuevo Testamento, págs. 3207-3208)
Lectura adicional: La conclusión del Nuevo Testamento, mensaje 302
Lectura adicional: Estudio-vida de Romanos, mensaje 67; Estudio-vida de Jeremías, mensaje 26
Himno, #243
1 ¡Qué liberación me ha dado!
¡Cristo, sí, me liberó!
Quebrantado está el pecado,
¡Muerte, tu aguijón pasó!
Por Su victoria me ha hecho,
Cristo, más que vencedor.
¡En mi espíritu me infunde
Su vital resurrección!
2 Cristo a mí me ha liberado,
De la ley y su poder;
Para siempre desatado,
Por Su gracia viviré.
3 Cristo condenó el pecado,
Al Calvario lo llevó,
Ya no tiene en mí más base,
Su poder Él destruyó.
4 Cristo abolió la muerte,
Por la vida inmortal;
Él venció sus ataduras,
Con resurrección triunfal.
5 Cristo al diablo y los demonios,
Con Su muerte aplastó;
Del poder de las tinieblas
A la luz me trasladó.
6 Da Su gracia suficiente,
Y poder tan cubridor;
Aunque débil, me glorío,
En la fuerza del Señor.
Búsqueda corporativa de la Iglesia en NYC en cuanto a la verdad en el libro de Genesis:
Nivel 1—Estudio Secuencial de Genesis
Tendremos un descanso momentario y continuaremos en Agosto.
Nivel 2—Estudio temático de Genesis
Tendremos un descanso momentario y continuaremos en Agosto.
Preguntas: Para preguntas de estudio y materiales adicionales, por favor visita el sitio web de la iglesia en: https://www.churchinnyc.org/bible-study/