jueves (Thursday)

La preparación de la novia – Semana 3

La madurez de la novia

Versículos relacionados
Colosenses 1:28-29
28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo a todo hombre;
29 para lo cual también trabajo, luchando según la operación de Él, la cual actúa en mí con poder.

Hebreos 12:10
10 Porque ellos, por pocos días nos disciplinaban como les parecía, pero Él para lo que es provechoso, para que participemos de Su santidad.

Colosenses 2:19
19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el Cuerpo, recibiendo el rico suministro y siendo entrelazado por medio de las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.

Colosenses 3:10-11
10 y vestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo ni libre; sino que Cristo es el todo, y en todos.

Juan 10:10
10 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

2 Corintios 1:8-10
8 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de vivir.
9 De hecho tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;
10 el cual nos libró de tan gran muerte, y nos librará; y en quien esperamos que aún nos librará,

Lectura relacionada
En griego, la palabra traducida “madurar” significa “en el punto final” … Esta palabra se usa muchas veces en el Nuevo Testamento, refiriéndose al pleno crecimiento, madurez y perfección de los creyentes en la vida de Dios … Aunque recibimos la vida de Dios cuando somos regenerados, después de la regeneración todavía necesitamos crecer y madurar en esta vida para llegar a la perfección en esta vida.

[Colosenses 1:28 y 4:12] nos muestran que la labor que los apóstoles realizan en Cristo por los creyentes y su lucha en oraciones por ellos tiene por finalidad el crecimiento y madurez de los creyentes, a fin de que sean presentados y exhibidos perfectos y maduros delante de Cristo. (Lecciones de vida, t. 4, págs. 70-71)

La disciplina del Espíritu Santo se refiere a lo que el Espíritu Santo está haciendo en nuestro entorno externo; se refiere a Su arreglo de todas las personas, cosas y sucesos mediante los cuales somos disciplinados.

Aparte del Espíritu Santo como unción, la obra principal que Dios hace con respecto a nosotros por medio del Espíritu Santo consiste en Su disciplina externa … Por ejemplo, Romanos 8, que habla de la obra del Espíritu Santo, primeramente nos dice que el Espíritu Santo, el cual contiene la ley de vida, puede librarnos del pecado, y que por medio de Él podemos hacer morir los hábitos del cuerpo. Ese capítulo también dice que el Espíritu Santo nos guía para que podamos vivir conforme a Él y, finalmente, que Él nos ayuda en nuestras debilidades y ora por nosotros. Todas estas actividades son la obra que el Espíritu Santo realiza como la unción en nosotros. En la última parte de ese capítulo leemos: “A los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien” (v. 28). Esto habla de la disciplina que el Espíritu Santo nos aplica en nuestro entorno exterior. La obra de esta disciplina externa se coordina con Su movimiento y dirección internos. El Espíritu Santo arregla y determina todo lo que nos acontece en conformidad con la voluntad de Dios. A pesar de que en muchas ocasiones esto causa dolor y problemas temporales, al final redunda en el bien de aquellos que aman a Dios, para que ellos sean conformados a la imagen de Su Hijo. Este arreglo es a lo que nos referimos cuando hablamos de la disciplina del Espíritu Santo.

Cuando el Espíritu Santo se mueve en nosotros y nos unge y cuando obedecemos el sentir que Él imparte, la voluntad de Dios es realizada y Sus atributos aumentan dentro de nosotros. Por tanto, la unción interior del Espíritu Santo es, en cierta medida, suficiente para los que son obedientes. Sin embargo, si somos obstinados, si no obedecemos la unción interna y nos rebelamos vez tras vez, el Espíritu Santo se ve obligado a producir un entorno para corregirnos y disciplinarnos, haciendo así que nos sometamos. Por tanto, la unción del Espíritu Santo dentro de nosotros es una dulce acción del amor de Dios hacia nosotros y es Su deseo original, mientras que la disciplina externa del Espíritu Santo es una acción de la mano de Dios, una acción que Él se ve obligado a llevar a cabo. (La experiencia de vida, págs. 277-278)

La madurez es un asunto relacionado con el ensanchamiento de capacidad … Escaparnos de lo dispuesto por Dios, aunque sea una vez, equivale a perder una oportunidad de ensanchar nuestra capacidad … Un creyente jamás puede ser el mismo después de pasar por los sufrimientos … Por esta razón, cuando los creyentes padecen sufrimientos, deben estar atentos y comprender que la madurez en la vida espiritual es la suma total de la disciplina que reciben del Espíritu Santo. Las personas quizás ven alguien que ha madurado en vida, pero no pueden ver la disciplina acumulada que esa persona ha recibido de parte del Espíritu Santo secretamente día tras día en el transcurso de los años. (Watchman Nee: Un siervo que recibió la revelación divina en esta era, págs. 144-145)

Lectura adicional: La experiencia de vida, cap. 12

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