lunes (Monday)

Los capítulos del 5 al 8 de Romanos:
el núcleo de la Biblia – Semana 3

La semejanza de la muerte y la resurrección de Cristo

Versículos relacionados

Romanos 6:3
3
¿O ignoráis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte?

1 Corintios 1:30
30
Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho de parte de Dios sabiduría: justicia y santificación y redención;

Romanos 8:1-2
1
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.
2 Porque la ley del Espíritu de vida me ha librado en Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte.

1 Corintios 15:45, 47
45
Así también está escrito: “Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente”; el postrer Adán, Espíritu vivificante.
47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo.

2 Corintios 5:17
17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva creación es; las cosas viejas pasaron; he aquí son hechas nuevas.

Éxodo 14:13, 28
13
Pero Moisés respondió al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que Jehová hará hoy por vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, no los volveréis a ver nunca más.
28 Al volver las aguas, cubrieron los carros y los jinetes, incluso todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; de ellos no quedó ni uno.

 

Lectura relacionada

Los creyentes han sido bautizados en Cristo, incluso en Su muerte. El bautismo no es una formalidad ni un rito; representa nuestra identificación con Cristo. Mediante el bautismo somos sumergidos en Cristo, tomándolo como nuestra esfera, a fin de ser hechos uno con Él en Su muerte y resurrección.

            Romanos 6:3, el cual dice que hemos sido bautizados en Cristo, constituye la prueba más contundente a favor de este pensamiento en cuanto a la unión orgánica que tenemos en Cristo, esto es, la unión orgánica que tenemos con Cristo. Jamás podríamos disfrutar y experimentar a Cristo si no hubiéramos sido bautizados en Él. Nacimos en una persona, Adán, pero al creer y ser bautizados entramos en otra persona: Cristo … Al ser bautizados en Cristo, entramos en Cristo y llegamos a formar parte de Él … Por tanto, el bautismo es una experiencia extremadamente significativa, pues en ella tiene lugar un traslado … Al ser bautizados salimos de un ámbito, una esfera, para entrar en otro ámbito, otra esfera, es decir, salimos de Adán, el primer hombre (1 Co. 15:45a, 47), para entrar en Cristo (1:30; Gá. 3:27), el segundo hombre (1 Co. 15:47) … Cristo es un ámbito, una esfera, en la cual hemos sido bautizados. Ahora estamos en Él, Él es nuestro disfrute y Él es Aquel a quien podemos experimentar. (La conclusión del Nuevo Testamento, págs. 3167-3168)

            Debemos alabar al Señor por haber sido bautizados en Cristo. Aunque nacimos en Adán, mediante el bautismo hemos sido identificados con Cristo en Su muerte y resurrección. Por medio de la muerte y resurrección Cristo fue transfigurado de la carne al Espíritu … Asimismo, por medio de la identificación con Cristo en Su muerte y resurrección hemos sido trasladados de Adán a Cristo. Cuando fuimos bautizados en Cristo fuimos trasladados, de modo que pasamos de formar parte de Adán a formar parte de Cristo. Ahora ya no estamos en Adán, sino que estamos absolutamente en Cristo.

Por un lado, fuimos bautizados en la persona misma de Cristo; por otro, fuimos bautizados en Su muerte. Su muerte nos ha separado del mundo y del poder satánico de las tinieblas, y ha puesto fin a nuestra vida natural, nuestra vieja naturaleza, nuestro yo, nuestra carne e incluso a toda nuestra historia. Es muy significativo que en Romanos 6:3 Pablo diga que fuimos bautizados no en la resurrección de Cristo, sino en Su muerte … El hecho de que hayamos sido bautizados en Cristo y en Su muerte indica que Cristo y Su muerte son uno. La resurrección de Cristo trae consigo el elemento de Su muerte eficaz; por tanto, cuando un creyente es bautizado en Cristo, espontáneamente es bautizado en la muerte de Cristo. Es imposible separar la muerte de Cristo de Cristo mismo. El propio ser del Cristo resucitado incluye el elemento de Su muerte eficaz. La eficacia de la muerte de Cristo es uno de los ingredientes de Su ser todo-inclusivo. Por tanto, ser bautizados en Cristo es ser bautizados en Su muerte.

Hay una gran diferencia entre la muerte en Adán y la muerte de Cristo. Aborrecemos la muerte en Adán … La muerte de Cristo es preciosa y estimable, y podemos permanecer en ella en reposo. ¡Cuán maravilloso es que un creyente bautizado en el Cristo todo-inclusivo también sea puesto en la muerte de Cristo! En las palabras de un himno compuesto por A. B. Simpson: “¡Oh, qué dulce es morir con Cristo!” (Himnos, #200). El reposo y la victoria son hallados en la muerte de Cristo.

            Todo candidato para el bautismo es una persona que está en el proceso de morir. Por medio del bautismo se hace morir a tal persona. Habiendo sido identificada con Cristo y Su muerte, esta persona es sumergida en el agua y es sepultada. Mediante el bautismo ella entra en la experiencia concreta de la muerte con Cristo. (La conclusión del Nuevo Testamento, págs. 3168-3169)

 Lectura adicional: La conclusión del Nuevo Testamento, mensaje 299

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